Por Jesús Vivar Ramírez. Taller de Periodismo / Fotografía: María Fernanda Padilla Barrientos. Taller de periodismo
En estos últimos meses estamos viviendo tiempos difíciles, pero sin duda uno de los ámbitos más afectados ha sido la educación, estudiantes, docentes, padres de familia, comunidades educativas en general. Y cómo señala un dicho: “problemas modernos requieren soluciones modernas”, es por ello que, aunque no estamos estudiando de forma presencial, los profesores han buscado todos los recursos necesarios para brindar conocimientos, desarrollar habilidades y valores en los alumnos, reconozco que este hecho en lo personal, desde mi ser de estudiante admiro mucho.
Aunque surgen muchos cuestionamientos al caso, pues no basta tener buenas intenciones, la duda es si los métodos empleados realmente funcionan para desarrollar aprendizajes. Siempre he tenido la idea creo que al igual que muchos, que aprende aquel que desea aprender, en particular en estos tiempos en los que abundan recursos tecnológicos en línea y que se puede acceder a grandes cantidades de información. Son embargo, un aspecto negativo de aprender en casa, son las dudas no aclaradas de inmediato, quizá porque no se expresan al profesor durante las sesiones a distancia, que por cierto son menores a las destinadas en horarios presenciales.
El segundo, para el que definitivamente no estábamos preparados son el auto estudio y auto aprendizaje, que lleva a la investigación, realización de tareas, trabajos, actividades, cuyo propósito por el que se solicitan es reforzar lo aprendido, aunque en este tiempo han sido en mayor cantidad. Esta situación ha provocado estrés en muchos estudiantes, probablemente también sea así para los profesores. Otra consecuencia en algunos alumnos es la falta de motivación por el estudio, incrementada por el ambiente que se vive en algunos hogares.
Por otra parte, la contingencia debido a la pandemia por COVID-19 se ha extendido más tiempo del pensado y probablemente estemos más lejos de regresar al salón de clases, lo que puede afectar a algunos estudiantes en su estado emocional, debido a la falta de convivencia con amigos, compañeros y maestros, ya que para aprender es fundamental socializar y compartir los conocimientos.
Finalmente, replanteando la pregunta: ¿la educación a distancia realmente funciona? Hay modelos de educación en línea que demuestran que sí, pero dependen de las instituciones que diseñan y desarrollan estrategias pedagógicas para el logro de aprendizajes a distancia, así mismo es fundamental el compromiso de docentes y estudiantes, aunque pienso que al no tener interacción con los compañeros y con los profesores la educación es diferente, ya que se verá afectada la concentración, atención y especialmente al aprovechamiento, aunque al final no es tan importante el método, sino las ganas de aprender.